El Descenso del Miño celebra las bodas de oro, con la participación de 500 palistas desde Os Peares hasta Velle, que tendrá lugar el sábado 23 de junio en Ourense.

Esta actividad que cumple medio siglo “demuestra inequívocamente que es de grande arraigo popular, con mucha más participación, tradición y vistosidad”, en palabras del alcalde de Ourense, Jesús Vázquez.

En el año 1963, y con tan sólo dos piraguas canadienses, un grupo de deportistas de Ourense se echaban río Miño abajo para llamar la atención sobre los deportes náuticos. Hoy, en el salón de plenos municipal, esos mismos “aventureros” arropaban la presentación del 50 Descenso del Miño.

Esta tradición comenzó en 1.964, con cuatro piragüistas en dos piraguas que fueron transportadas hasta Os Peares, segundo recordaban en la presentación algunos de los pioneros de este deporte, en el camión de la basura del Ayuntamiento. En todo este tiempo mudaron las formas y, sobre todo, el número de deportistas federados (4.250 licencias federativas en Galicia). Pero no “el tesón para navegar nuestros ríos”, en palabras de Alfredo Bea, presidente de la Federación Gallega de Piragüismo.

A la presentación no quiso faltar tampoco la secretaria general para el Deporte, Marta Míguez, que presumió del potencial del piragüismo gallego -actualmente nuestros piragüistas “están entre los mejores del mundo”- y “de la extraordinaria organización de eventos deportivos, que mejora año a año a pasos agigantados”, pero también de un paisaje envidiable.

En esa misma línea se manifestó también Julio Masid, director de Viaqua (patrocinador principal de la prueba), quien quiso darle valor a la oportunidad de poner en valor el cuidado de por medio ambiente de este tipo de pruebas, especialmente en el marco del río Miño “que nosotros tratamos de cuidar tan especialmente”.

La prueba, organizada por el Consejo Municipal de Deportes, comenzará a las 17:30 horas en Os Peares, y la llegada del casi medio millar de palistas será en el embalse de Velle.