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Viaqua y el Concello de Pontevedra firman el contrato para la gestión del servicio de agua en la ciudad durante los próximos 20 años

Viaqua gestionará el servicio municipal de agua de Pontevedra hasta el 2038.

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Viaqua gestionará el servicio municipal de agua de Pontevedra hasta el 2038. Se trata de una de las concesiones más estratégicas con las que la empresa cuenta en la comunidad gallega y en la que continuará trabajando durante dos décadas más, tras haber ganado el concurso de adjudicación al que se presentaron una decena de empresas del sector.

La firma del contrato tuvo lugar en el  Concello de Pontevedra el pasado 20 de septiembre con la presencia del alcalde de la ciudad, Miguel Ángel Fernández Lores; el concejal de Hacienda y Medio Ambiente, Raimundo González Carballo; el consejero delegado de Viaqua, Ismael Olmedo y el Director de Viaqua, Julio Masid. 

Durante el acto, el acalde destacó que en el Ayuntamiento están muy “contentos con este contrato ya que supone un incremento en calidad y cantidad del servicio”. Así mismo, Fernández Lores agradeció a Viaqua el esfuerzo por haber presentado una oferta económica que supondrá “un salto adelante en la mejora del servicio en beneficio de los pontevedreses”, introduciendo “nuevas tecnologías” y dotándolo de importantes mejoras al precio más competitivo de entre todas las ciudades gallegas. En la misma línea, Julio Masid, subrayó la apuesta por las nuevas tecnologías y el importante esfuerzo de inversión que va realizar Viaqua para hacer que la ciudad se convierta en un “escaparate” de gestión eficiente y sostenible del agua para otros municipios. Por su parte, Ismael Olmedo señaló que el modelo de gestión público-privado por el que ha apostado Pontevedra es el “más eficiente”, y prueba de ello es que la competencia entre las empresas que se presentaron al concurso, obligó a que todas ellas presentasen las mejores ofertas posibles.

Entre las 500 actuaciones que la empresa va a realizar durante los próximos 20 años, destacan el abastecimiento al nuevo hospital Montecelo, completar el saneamiento de la zona rural, poner en marcha un laboratorio propio certificado para el control de la calidad del agua, la construcción de una minicentral eléctrica o llevar el control de las 240 fuentes de la ciudad.